accogliamo un nuovo autore in questo nostro Corriere, el muy estimado Julian Gayarre, in rappresentanza della storia del canto spagnolo.
I colleghi iberici ci han manifestato un sentimento di vero e profondo affetto per il nostro sito, richiamandoci al dovere di parlar di loro, delle loro prodezze vocali, della loro leggendaria tradizione, che vanta stelle di primissima grandezza e che sono, davvero, una gran parte della storia dell’opera.
Diamo il nostro benvenuto al collega Gayarre, che vi parlerà oggi proprio del suo grande rivale, Antonio Aramburo, e speriamo che anche voi, come già noialtri, gli chiederete prestamente…un bis!
GG and friends
Antonio Aramburo Erla, Aragón, 17-I-1840 – Montevideo, Uruguay, 16-IX-1912. Tenor de ópera. Sexto hijo de una familia acomodada inició estudios de ingeniería, pero a los veintiséis años se decidió por los de canto, recibiendo en Madrid lecciones del maestro Antonio Cordero, importante pedagogo de la época, y continuó sus estudios vocales, de solfeo y la lengua italiana en Milán con el maestro Codara.
Debutó con la ópera Sapho de Pacini en el Teatro Carcano, de Milán, en 1869 junto a la soprano Regina Ferni y el barítono Leone Giraldoni. En 1871 debuta en Madrid en el Teatro de la Zarzuela con un amplio repertorio junto a la soprano Pilar Bernal. En 1872, en Florencia, obtuvo su primer gran éxito interpretando Norma. En la temporada 1872-73 debutará en el Liceo como Manrico de nuevo con Giraldoni y Carolina Ferni. En el año 1873 viaja a Inglaterra como tenor de la temporada Mapleson, junto a los tenores Italo Campanini y Victor Capuol, debutando en Drury Lane el 1 de Mayo como Fernando en La Favorita, el 25 de Mayo como Manrico y el 5 de Julio como Pollione. Las criticas del Times son muy favorables situándolo como un valor importante en la compañía, destacan su Pollione bien cantado en arias, recitativos y dúos y su por su vigor, destaca también su “Pira” del Trovatore frente a un mas interesante Campanini en el “ah si, ben mio”, tenor este con el que compartió temporada. Prosigue en Dublín con Favorita, Trovatore , Lucrezia Borgia y Lucia di Lammermoor, de la primera el Irish Times destaca su juventud, su voz natural, poderosa en el registro bajo y agudo junto a una buena presencia escénica, sin embargo deja que desear su fraseo en la Favorita, pero como Manrico fue mas aplaudido, como Gennaro el crítico destaca su delicadeza y dulzura, donde bisa “Di pescatore “, y finalmente en Lucia el éxito es completo y se destaca frente anteriores papeles.
Tras alcanzar renombre en Europa, en 1874 es contratado por el Teatro Colón, de Buenos Aires, donde se le trata como a una de las grandes voces del momento y participa en la función extraordinaria que inaugura la línea telefónica transoceánica con la asistencia del presidente de la República. Su Fernando de la Favorita es triunfal, y en el “Spirto gentil”se destaca su ataque al agudo en pianissimo con un Si natural vibrante y la vuelta al piano que entusiasmo al público asistente. Tambien cantará Joné, Il Guarany, La Juive y Lombarda, y al año siguiente I Capuleto e I Montecchi, Ese mismo año también cantó en Montevideo.
En la temporada 1875 cantará en el Liceo de Barcelona Norma y Lucrecia Borgia, esta última con gran éxito pese a estar indeleble el recuerdo de Gayarre en uno de sus principales papeles.
En 1875 cantará Lucia di Lammermoor en la Opera de Paris donde será felicitado por Charles Gounod al cual causa una profunda impresión por su poderosa y bella voz. En 1876 Enrico Tamberlick podrá verle en la Forza del destino en Paris en el Teatro des Italiens, situándole como su sucesor para los próximos años. También aquí cantará este año Poliuto con gran éxito. En Abril dará un concierto en Niza donde llega a filar el Do agudo. En 1877 debutará en Napoli como Manrico alternando en escena con el tenor Roberto Stagno.
En 1879 cantará Poliuto en el Teatro Carlo Felice di Genova como celebración al primer aniversario del Concurso Regional Agrario junto a Teresa Brambilla-Ponchielli, Erasmo Carnili y Angelo Tamburini con gran éxito de prensa que destaca la extensión, luminosidad y agilidad, capacidad para respetar los trinos hasta en las notas mas agudas.
El 30 de Diciembre de 1879 debuta en La Scala de Milan como Radames y aunque no fue bien recibido, según comenta O’Neill intentó cantar el papel de Radames como lo hacia Tamberlick y empezó a recibir silbidos y protestas, de forma que los empresarios, hermanos Curti, le pidieron que cantase otras operas a lo que Aramburo se negó y en la siguiente función terminando el “Celeste Aida” dio un Si bemol potente y prolongado que levantó al público de sus asientos y acabó con un gran éxito, haciendo 23 representaciones de Aida en la temporada. El 27 de Enero cantó Lucia junto a Emma Albani, pese al éxito inicial con la Albani esta fue sustituida por Harris Zugarri que no estando a la altura de su fama en la escena de la locura fue silbada y Aramburo por considerar injusta la protesta abandonó la escena antes del final, así acabó siendo reemplazado por Guardenti y nunca más volvería a cantar en la Scala.
En enero de 1879 publicaba un diario zaragozano: «Nuestro compatriota el célebre tenor Aramburo, hijo de Erla, ha conseguido últimamente entusiastas ovaciones en el Teatro de la Paz, de La Habana, sobre todo con las óperas Forza del destino, Guarany y Trovatore. En esta última había sido llamado a la escena dieciséis veces. También el este año hace su debut en Nueva Cork en la Academy of Music en Rigoletto, Lucia y Il Trovatore.
Se dice que la década de los setenta fue la más brillante de su carrera, en la que público y críticos estuvieron de acuerdo en calificarle como uno de los mejores entre los grandes tenores de su tiempo.
El 12 de Octubre 1881 debuta en el Real de Madrid en la Forza donde la critica de La Correspondencia Musical dirá que no es una opera interesante, y del cantante destaca su voz robusta, igual, timbrada y extensa e insinuante en todos sus registros, al terminar recibió una gran ovación y tuvo que salir a saludar repetidas veces.
Cantará después Rigoletto con Fanny Toresella y Francesco Pandolfini, y Trovatore y L’Africana (Toresella, de Reszke, Brogi y Vidal), con escasa fortuna, más por sus problemas de salud y de carácter que por sus cualidades como cantante. De la Africana se destacó su “O Paradiso” pero en el resto de la obra no se mostró igual con sensación de vulgaridad en algunos momentos.
En 1882 se crea una empresa para dar en el Teatro Lírico de Barcelona veinte representaciones de ópera que empezaron el 13 de septiembre con un personal en el que se contaban muy pocas notabilidades. Aramburo participa en Rigoletto, Lucia y en Il Trovatore, que había cantado seis años antes en otro teatro de Barcelona presenta según la crítica los defectos que va notamos entonces á este artista, lejos de haberse corregido, todavía fueron mas notables, pues su brío y «slancio» no cohonestan su estilo incorrecto y su poca seguridad en el canto.
Siguió cantando en esta década por Europa latina hasta 1889 despues de un nuevo escándalo en Lisboa, y en Rusia hasta 1896 donde actúo por última vez en Odessa en Carmen.
En 1892 en Valparaíso se destaca que su voz sin perder poder y sonoridad ha ganado en suavidad, dulzura y sentimiento. En 1897 en el Teatro de la Victoria de Valparaíso si se observa esta merma de facultades pero se destaca su flexibilidad y vocalización, lo que es de destacar en un tenor de 57 años en aquellos tiempos y con el repertorio que seguía.
En 1898 se presenta en el teatro principal de México donde Amado Nervo le cita como un artista precioso, capaz de filigranas que gustan al público pero ya en el declive, deseando una retirada honorable.
Aramburo fue el único astro lírico capaz de hacerle sombra en España al mítico Gayarre. Libérrimo, genial, tenía un carácter antojadizo e histérico, propio de un gran divo. Una noche, por ejemplo, hallándose actuando en la Scala de Milán, abandonó el escenario a mitad de actuación, se retiró a su palacio milanés, preparó unas migas, se impuso un cachirulo y la lió a cantar jotas. En otra ocasión, en el Teatro Real, molesto porque Alfonso XII y la reina María Cristina no habían acudido a su estreno, abandonó las bambalinas y se dirigió a la plaza de Oriente para cantar a sus estatuas “Di quella pira…”
En su vida personal y sentimental no fue muy afortunado; contrajo matrimonio con la soprano norteamericana de nombre artístico Ada Adini, quince años menor que él, unión de la que nació una hija; los problemas originados por las actuaciones de ambos en diferentes teatros y fechas acabaron en ruptura. Aramburo llegaría a ganar más de tres millones de pesetas a lo largo de su carrera. Cifra astronómica para la época, pero que no le sirvió para eludir la miseria. El Teatro Solís de Montevideo acabaría empleando como portero a quien tuvo al mundo a sus pies. Antonio Aramburo, olvidado, pobre y solo, murió en la capital uruguaya, en 1912.
La importancia de Aramburo como artista se centra en que por edad se convierte en el nexo de unión entre la tradición de Manuel García y cantantes posteriores como Julián Gayarre, Julián Biel, José Palet, José García, y unido al hecho de que en su siglo los compositores aún “dirigían” las composiciones hace que sea importante para valorar y recuperar el arte del canto en nuestros días.
Celletti señala que hasta 1959, año en que aparece una grabación de “Nium mi tema” de la G&T, no existían grabaciones del artista aragonés, de ahí la relevancia de la aparición de estos registros en cera de la compañía fundada por el propio artista. De su arte nos dice Celletti que en 1876 el critico de la Gazzeta dei Teatri escucha en concierto a Aramburo ejecutar magníficos agudos a partir del la y filados sobre un do. Sin embargo parece que en la Scala di Milano se juzga que el passaggio no era tan limpio y vibrante como las notas agudas y algunas notas son demasiado abiertas. Enrique O’Neill, profesor de canto y fisiólogo de la voz que acompañó al tenor en muchas actuaciones por Sudamérica y Europa lo señala en su libro “la voz humana” como el tenor mas merecedor de la fama universal que hubiese escuchado, y en su libro analiza a Gayarre y Tamberlick por situar su figura.
Aramburo había fundado en 1900 en Montevideo de la «Compañía de Impresiones Fonográficas del célebre tenor Antonio Aramburo» pero la aparición en fechas próximas de la relación de 48 cilindros impresionados directamente por el célebre tenor, todos los cuales llevan estampada su firma en una de las extremidades, el los que figuran principalmente arias o romanzas operísticas y diversas composiciones románticas de la época, se convierte en un hallazgo muy importante para los amantes de la opera; en las grabaciones también se incluyen unas pocas canciones de zarzuela, entre ellas, con el número 37 y junto a unas malagueñas de Álvarez, se incluye la jota de La Dolores de Tomás Bretón.
Lo que nos han legado sus discos de su voz aún siendo esta grabado a los 61 años de edad y ya fuera de los escenarios nos trae de vuelta a la antigua escuela de canto tanto por la emisión del sonido y su timbre como por el tratamiento de lo escrito. Una voz de agudo fácil, vibrante y cálida. Escuchado estos discos se observa:
En “Niun mi tema” como dice Celletti la grabación sorprende por la frescura y brillantez de la voz de Aramburu así como por la morbidez de la emisión. La dicción es excelente y el fraseo noble y bien sostenido por un buen legato. El tempo del aria es lento incluso mas al final, en su contra señalar la entrada fallida y la omisión de varias batutas.
En “J’ai vu, nobles Seigneurs” de l’Africana su tono abierto y brillante se une a un canto declamado, un bello rubato, y la inserción de grupetti e mordenti que le hacen muy singular, pero también se observa alguna apoggiatura que hay que perdonar en la edad del artista y una preparación al imponente agudo de gusto menor. Su canto esta centrado del mezzo forte al fortissimi con magníficos agudos bien sostenidos. La grabación en si es muy buena.
En “Morir, si pura e bella” instruido por Verdi en como cantar la entrada con voce cupa, vemos a Aramburo cantar sin sombra alguna del verismo que ha afectado a Verdi en el siglo XX, y podemos observar lo que Manuel García llama “voix sombrée”, alguna appoggiatura y algún diminuendo son aportaciones del cantante, en una interesante visión del momento.
Finalmente en “La partida” le escuchamos en español, cantando muy bien la canción de Álvarez con gran pasión en “ Montes de Aragón” que no volvería a ver.
Solo nos queda desear la recuperación de más grabaciones de este insigne tenor español del siglo XIX que tanta gloria dio a la Opera, quede aquí nuestro sentido recuerdo.
Repertorio:
Saffo-Milano, Carcano, 2 August 1871
Norma-Venezia, Teatro Comploy, 25 December 1871
La Favorita–Venezia, Teatro Comploy, 6 January 1872
Il Trovatore-Venezia, Teatro Comploy, 21 January 1872
Rigoletto-Dublin, Royal, 23 September 1873
Lucrezia Borgia-Dublin, Royal, 29 September 1873
Lucia di Lammermoor-Dublin, Royal, 3 October 1873
Jone-Buenos Aires, Teatro della Opera, 11 June 1874
Il Guarany-Buenos Aires, Teatro della Opera, 27 June 1874
La Juive (Léopold) -Buenos Aires, Teatro della Opera, 29 August 1874
I Lombardi-Buenos Aires, Teatro della Opera, 1 September1874
I Capuleti e i Montecchi-Buenos Aires, Teatro della Opera, 14 November 1874
La Forza del Destino-Faenza, Comunale, 11 August 1875
L’Africana-Moscow, Bolshoi, 20 September 1875
La Traviata-Moscow, Bolshoi, 23 October 1875
Poliuto-Paris, Italien, 5 December 1876
Aida-Sevilla, San Fernando, 20 May 1879
Zilia-Havana, Payret, 29 January 1881
Modello (Composer Bimboni)-Berlin, Skating Rink, 30 May 1882
Faust-Santiago, Municipal, 7 August 1883
Le Prophète-Santiago, Municipal, 6 October 1883
Mefistofele-Warsaw, Letnis, 19 August 1887
Cavalleria Rusticana-Odessa, Municipal, 5 January 1892
Carmen-Odessa, Municipal, 20 February 1892
• Bibliog.: García de la Puerta López, Vicente: Pasajes de la vida del Tenor Aramburo. Centro de Estudios de las Cinco Villas – Institución Fernando el Católico. Ejea de los Caballeros, 1998.
• Bibliog.: Rodolfo Celletti: Le grandi voci.
• Bibliog.: The record collector. Dic-1998.
Gli ascolti – Antonio Aramburo
Meyerbeer – L’Africaine
Atto I – J’ai vu, nobles seigneurs
Verdi – Aida
Atto IV – La fatal pietra…Morir! sì pura e bella
Verdi – Otello
Atto IV – Niun mi tema
Alvarez – La Partida
Ciao;
Celebro que esta magnífica página de ópera hable hoy español para rendir homenaje a uno de nuestros tenores más célebres.
El maestro Celletti consideraba la escuela italiana de canto y la escuela española de canto como la misma escuela.
Un saludo muy cordial.
Vorrei sapere da dove sono stati tratti gli ascolti: sia le grandi voci di Celletti che il dizionario dei cantanti lirici spagnoli riportano che Aramburo effettuò una sola registrazione e precisamente il Niun mi tema dall’Otello. Delle altre incisioni non ho trovato alcuna notizia, né in rete né altrove.
Grazie.
¡Gracias mil por la información y por reconocer a un gran tenor!Muestre a su y nuestro querido tenor nacido en el valle del Roncal, quien no dejó grabaciones(por desgracia)pero era de una voz poderosísima. Saluti!